viernes, 28 de marzo de 2014

Porque madre no hay más que una.

Esta entrada va dedicada a ella. A la única mujer que siempre ha estado ahí cuando me ha hecho falta, la que desde que me tenía dentro me ha hecho ocupar el primer puesto en sus prioridades, ella, mi madre.

Me tuvo jovencita, con 20 años se quedó embarazada. Cuando estaba de 3 meses ella y mi padre decidieron casarse e irse a vivir juntos, querían formar una familia. Siempre me ha contado que su embarazo fue duro: se pasaba el día vomitando, con problemas de tensión, sin ganas de hacer nada...Mis padres me esperaban para finales de Marzo pero me atrasé y justo el día antes de que a ella le fueran a hacer una cesárea, ya que no me decidía a salir, se puso de parto. 

Desde el 13 de abril de 1992, a las 00:20 de la noche, la vida de mis padres cambió por completo. Era la primera hija, la primera nieta por parte de las dos familias, todos me trataban como una princesita. Mi padre trabajaba muchísimo así que la mayoría del tiempo la pasaba con mi madre. 
Al poco de cumplir los 2 años nació mi hermano. Mi madre siempre me cuenta que esa época fue una de las más duras para ella: mi padre seguía trabajando mucho, yo seguía siendo pequeña y además era bastante nerviosa, mi hermano era un bebé que necesitaba muchos cuidados...Y todo tenía que hacerlo sola. Ahora que soy madre y sé el trabajo que da un niño de 2 años no me imagino tener que cuidar al mismo tiempo de un bebé, debe ser estresante.

Mi hermano y yo fuimos creciendo, ya todo era más fácil. Jugábamos juntos, nos peleábamos, nos enfadábamos...Pero siempre hemos estado muy unidos. Mi infancia fue muy feliz. Recuerdo las tardes de parque con ellos, cuando íbamos a la playa y ella solo podía tomar el sol por la espalda porque no nos podía quitar la vista mientras estábamos en el agua, las tardes dando paseos por el centro, cuando fuimos a recoger a nuestra primera mascota, cuando nos llevaba al cine, los días de reyes, cuando me ayudaba a hacer los deberes... En esa época todo era paz, tranquilidad y felicidad.

Cuando tenía unos 9 o 10 años mi padre tuvo que dejar de trabajar. Pasaron ciertos problemas que prefiero no contar por aquí y la relación entre ellos empezó poco a poco a resentirse... Pero ellos siempre han luchado para que ni mi hermano ni yo nos dieramos cuenta de los problemas que en mi casa existían, nunca los hemos visto discutir, ni chillar, nada. Nos mantenían al margen de todo lo malo, eran conscientes de que éramos niños y teníamos que vivir como tal, fuera de todo lo demás. Han luchado juntos por su matrimonio y a día de hoy lo siguen haciendo. Llevan 22 años juntos y aunque tengan sus broncas y peleas, como todos los matrimonios, siguen al pie del cañón.

Con 12-13 años empecé a salir con mis amigas, a dejarme influenciar por ellas, a cambiar mi forma de ser. Mis padres siempre han intentado aconsejarme, abrirme los ojos, pero yo no quería ver la realidad. En esa época mis amigas eran lo primero y mis padres unos extraños que "no me entendían". El tiempo pasó y yo me dí cuenta de la razón que tenían. Cuando me quedé sola, mal, y a pesar de haberme portado fatal con ellos mis padres estuvieron ahí. Mi madre me escuchaba, me aconsejaba, no quería verme mal. Ahora que soy madre entiendo lo duro que debe ser ver a tu hija triste, decepcionada, y no poder hacer nada para remediarlo.


Cuando empecé a salir con mi novio ellos estaban asustados. No querían verme sufrir por ningún chico y por eso al principio de mi relación eran reacios. Con el tiempo vieron que era buen chico, que me hacía feliz, y mi novio pasó a ser un hijo más para ellos. Siempre me han dado bastante libertad, con ciertos límites claro. No han sido unos padres demasiado restrictivos pero tampoco se pasaban de permisivos.



La peor época para ellos llegó cuando me quedé embarazada. Como ya conté aquíaquí mi madre fue la primera persona en enterarse de mi retraso y de mi embarazo.Lo pasó bastante mal ¿qué madre quiere que su hija de 17 años sea madre? Para ella aún era una niña, pensaba que con la llegada de mi hija iba a echar mi futuro por la borda, que no iba a seguir estudiando, que todas las espectativas que tenía puestas en mí iban a acabarse. 
Durante las primeras semanas lo pasamos mal las dos. Mi padre aún no sabía nada, ella me supo guardar el secreto, pero no tenía con quién deshogarse. Yo la oí alguna vez llorar, pensando que nadie la veía. Es muy duro ver a tu madre mal y ser la culpable de eso. Estuvimos un tiempo casi sin hablarnos y si lo hacíamos solo era para discutir. Poco a poco fue asimilando la noticia, que mi padre se enterara la ayudó bastante a hacerlo y fueron conscientes de que iban a ser abuelos a la edad que muchas personas eran padres. 
Vió que yo seguí estudiando, que no me rendí, que maduré todo lo que me quedaba por madurar. Mis padres pasaron a estar felices con la noticia, al fin y al cabo un nieto es un nieto, aunque no venga a la edad más idónea. 

Durante el resto del embarazo me apoyaron, me ayudaron en todo lo que necesitaba, y se sintieron orgullosos de mí en cada logro. Cuando por fin me gradué de Bachillerato ellos no paraban de presumir de hija, estaba orgullosísimos y eso me hacía sentirme muy feliz. Si mi madre oía algún comentarío malo sobre mí los acallaba rápidamente, no dejaba que nadie me pisoterara ni hablara sin tener ni idea. Siempre me ha defendido con uñas y dientes.
El dia del parto fue maravilloso. Aún recuerdo las caras de mis padres al entrar a la sala donde estaba con mi hija recién nacida, se les llenaron los ojos de lágrimas y mi padre solo pudo darme un beso, no le salían las palabras.

Desde que mi hija nació me han ayudado muchísimo. Mi madre ha tenido que aguantar mis cambios de humor durante los primeros meses de vida de mi hija, ha soportado mis malas maneras, mis gritos, y aún así siempre ha estado dispuesta a ayudarme. Es cierto que hemos discutido alguna vez, no todo ha sido maravilloso...Pero sé que ella nos adora, cada vez que mira a Judith se nota, y que daría todo por nosotras. 

Y es que madre no hay más que una. Gracias por todo mamá, no sé que haríamos sin ti.



P.D: No os olvidéis de seguir votando en la encuesta, recordad que la entrada de la próxima semana la decidís vosotros.

6 comentarios:

  1. Tu madre debe estar orgullosa del pedazo de hija que tiene!!!

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  2. Gran entrada ♡
    Mis padres también me aconsejan e intentan decirme las cosas de otra manera, me han intentado abrir los ojos en mas de una ocasión y no les echo caso, luego al abrir los ojos tarde me he arrepentido de ello. A veces pienso que no me entienden... Cosas de adolescentes supongo.
    Un beso para los cuatro cielo.

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    1. Es normal pensar así, que somos unos incomprendidos, que no nos toman en cuenta, que solo quieren "fastidiarnos"...Pero siempre actúan por nuestro bien aunque en ese momento no lo veamos :)

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  3. Madera mía como te pareces a tu madre!!!
    Increíble como te expresas es genial, un besito

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    1. Todo el mundo nos dice que nos parecemos mucho...jajaj Un beso!

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