miércoles, 17 de diciembre de 2014

Semana 17, 18, 19, 20 y 21-->de todo un poco.

Antes de nada quiero pediros perdón por tener el blog abandonado, pero mis días deberían tener muchas horas más para que me de tiempo a todo. 
Ya estoy en la semana 22, concretamente de 22+2, pero voy a hablaros en esta entrada de las semanas anteriores. 

¿Cómo me siento? 
Me he sentido con más energía, con muchas más ganas de hacer cosas, pero en los últimos días me he vuelto a venir abajo. Volvió el sueño, las ganas de hacer pis a cada rato, la presión de Saúl en la vejiga y mis cambios de humor no han variado... Soy una bomba explosiva, nunca sabes cómo voy a reaccionar ante alguna situación en concreto, pero no puedo evitarlo.
He notado mucho más los movimientos de Saúl y desde la semana 20-21 se mueve con tanta fuerza que se puede apreciar desde fuera.
Lo peor que he llevado estas semanas ha sido el dolor de encías y dientes...Se me han inflamado muchísimo, sangran por cualquier cosa y es horrible.

Mi cuerpo.
Mi barriga sigue creciendo...Como lo haga todo el rato a este ritmo no sé como voy a estar dentro de unos meses. Mis pantalones me siguen entrando, pero ya por mucha gomita que le ponga al pantalón no van a durar demasiado.

Mi bebé.
Ya tiene un aspecto muy parecido al que tendrá cuando nazca, pero más pequeño. Seguramente estará ocupado succionando su pulgar, bostezando y pegando pataditas. Ya le está creciendo el pelo y los rasgos faciales ya se han formado. La médula ósea ya está produciendo glóbulos sanguíneos, trabajo que antes solo realizaban el hígado y bazo. Incluso sus intestinos están empezando a absorber pequeñas cantidades de azúcar del líquido amniótico que ingiere. Ya puede guiñar los ojos, y las pestañas y cejas se han formado.
Mide 24 cm y pesa 440 gramos, aproximadamente.

Consultas médicas.
Como os comenté en entradas anteriores a la semana 17 tenía cita para hacerme la ecografía 4D, y así fue. Aún era muy pequeño y no tenía facciones de bebé pero me encantó poder verle la carita, cómo movía los brazos, piernas, y confirmamos que era un nene al 100%. Judith vino con nosotros y aunque se esperaba otra cosa (un bebé formado totalmente o algo así) le encantó poder ver al hermano. Sobre la semana 26-27 repetiremos experiencia.

 A las 19 semanas fui al control de embarazo. Temía mucho a la hora de pesarme pero por ahora voy bien de peso, había engordado 1'800 Kg desde la última visita, es decir, en todo el embarazo llevo engordado 2'700 Kg. Espero no engordar demasiado. La tensión la tenía bien y pudimos oir el corazón de Saúl. Al principio le costó a la doctora un poco encontrarlo, aún era pequeño, pero por fin lo logró.
Me volvió a dar cita para vernos el 30 de diciembre y me mandó un análisis de orina para confirmar que sigo sin infección y que todo anda bien. En la próxima visita me mandará los análisis del segundo trimestre y la prueba del azúcar.

A las 20 semanas justitas tuve la segunda ecografía de la Seguridad Social, es bastante importante ya que le miran todos los órganos la bebé, que todo se esté desarrollando correctamente. Saúl estaba sanísimo, y confirmamos que era un niño. Pudimos verlo tragar líquido amniótico, girarse, darnos la espalda, dar patadas... No me cansaría nunca de verlo. Pesaba ya 359 gramos, mi pequeñín.

A las 21 semanas tuvimos la cita con el dentista. Me dijo lo que ya sabía, que tenía las encías muy inflamadas por las hormonas del embarazo. Me mandó una pasta especial con la que me tengo que lavar los dientes y masajear las encías 3 veces al día. Si no mejoro debo ir y me mandará otra más fuerte.
La verdad que aunque siguen hinchadas he notado bastante cambio, me sangran menos y molestan poco.

Mi barriga.
Creciendo mientras yo muero de amor al ver cómo cada día mi pequeñín es más y más grande.










¡¡HASTA LA PRÓXIMA SEMANA!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario