domingo, 3 de mayo de 2015

¿Ya viene?

El lunes que cumplia las 36 semanas decidimos llevar a Judith a ver una peli al cine, llevaba mucho tiempo pidiendo ir y entre hospitales y demás no pudimos verla...Ese mismo día ella dormía en casa de mis padres, y menos mal, porque después de cenar empecé a encontrarme muy mal. Me dolían muchísimo los riñones, mucho. Estuve a punto de llorar en varias ocasiones, además el dolor era constante. 

Mi novio se asustó y me preguntó si quería ir al hospital, pero era ya muy tarde y preferí acostarme y ver como me levantaba al día siguiente...total, tenía monitores, lo comentaría allí. -Un cólico de riñón- pensé.

Esa noche la pasé fatal, no pegué ojo, pero me levanté "algo" mejor. Fui a hacerme mis últimos análisis y luego a monitores, a ver qué me decían. Pensaba que con tanta medicación Saúl se haría rogar, así que no iba con esperanzas. Allí me vieron varias contracciones fuertes, pero como ya era normal en mí y seguían sin ser regulares no le dieron importancia. Me mandaron a casa y con cita para volver a ir el 8 de abril. Me fui de allí sin saber que no llegaría a esa cita.

Para que me viera el médico por el dolor tenía que esperar bastante y al dolerme cada vez menos decidí irme a casa y si empeoraba ya volvería...Total, cada día tenia una molestia nueva, empezaba a ser algo normal de mi día a día. Por la tarde empezó a dolerme más y a la mañana siguiente tras dejar a Judith en el cole le pedí a mi madre que me acompañase a urgencias. Yo seguía empeñada en que era otra infección o algo así.

Allí me pasaron rápidamente a consulta tras ver mis antecedentes y la doctora empezó a explorarme:

- ¿Normalmente estás así de húmeda?
- Bueno, tengo bastante flujo, y si es verdad que ahora es más líquido pero tampoco...
- Voy a hacerte una prueba para ver si hay alguna fisura en la bolsa, por si acaso.

Tras esperar un rato la prueba dió positiva, o eso me dijo ella en aquel momento, y me mandó a ingresar. Me hizo una ecografía antes y comprobó que aún tenía bastante líquido y que Saúl estaba perfectamente. Pero al levantarme de la camilla...Manché sangre, bastante.

Me pasaron a paritorios, me pusieron vía (ooootra vez) y mi madre pudo pasar. Yo avisé a Fran y le dije que no sabía si me quedaba o qué, pero que parecía que sí, que Saúl nacería ese día. Aún así no le hice ir por si acaso hasta que me dijeran algo en claro.

Estuve un buen rato en monitores, no tenía casi contracciones...El día anterior había tenido muchas más. Me hicieron varios tactos y seguía dilatada de 2 cm. A las 6 de la tarde estaba ya cansada de que no me dijeran nada, siempre que preguntaba si iba a salir de ahí con mi bebé no sabían que decirme, se pasaban la pelota unos a otros y yo estaba desquiciada. La matrona me confesó que no estaban seguros que hubiera fisura en la bolsa porque al parecer el resultado de la prueba no era del todo clara...Yo no entendía entonces porqué estaba ingresada, quería irme a casa o tener a Saúl, pero me negaba a volver a pasar días allí metida otra vez.
Iban a volver a ver si perdía líquido. La segunda prueba salió negativa, no perdía nada. Yo pensaba que me iba a ir a casa pero de repente me dicen que no, que me ingresan. Ahora si que no entendía qué pasaba... Preguntaba el porqué y nadie sabía, o eso me hacían creer. Yo solo tenía ganas de llorar, exigí hablar con el ginecólogo y me dijeron que cuando me volvieran a poner monitores, tras la cena, hablaría conmigo, pero mientras debía irme a la habitación que me habian asignado.

Pero no, en monitores nadie vino, yo pregunté y me dijeron que a esa hora ya no vendría, que tendría que esperar a la mañana siguiente. Imaginaos...Ingresada, sin saber porqué, sin que nadie me dijera nada...Me sentía impotente, estúpida, ignorada por todos. La matrona era un amor, una de las personas más dulces que me he encontrado allí. Me dijo que probablemente me habían dejado allí por el sangrado que tuve tras la exploración, ya que era un poco abundante, que a lo mejor habían preferido dejarme en observación... Bueno, no lo sabía seguro, pero por lo menos alguien se había dignado a hablar conmigo.
En monitores salieron contracciones bastante fuertes y seguidas y el matrón decidió explorarme. Mientras me exploraba...:

-Lorena ¿quieres la epidural?
-Sí, creo que en el parto me la pondré.
-No...digo que si la quieres ya, estás de 4 cm. Podemos ponértela si quieres.

No entendía nada ¿epidural? ¿estaba de parto? ¿QUÉEEEEEEE?

-Emmm...No, ahora mismo casi no me duele, prefiero esperar y así poder moverme...
-Vale, pues vete a la habitación e intenta descansar. Si durante la noche te duelen las contracciones más, avísanos. Sino mañana pasamos a verte.

Y allí que me fui yo sin entender cuando había empezado mi parto. 



CONTINUARÁ...

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