sábado, 7 de diciembre de 2013

Seguimos hacia adelante.

Este año está a punto de acabar y el año 2013 ha sido, como todos los anteriores, un año de avances y novedades para Judith. Los Reyes fueron más especiales que los anteriores. Ella era más grande, entendía algo más. Fue con los abuelos a ver la cabalgata y le encantó. Se infló de coger caramelos y no quería que aquello se acabara. A la mañana siguiente, al ver los regalos, su cara lo decía todo...Gracias a ella las navidades volvían a tomar color.
En febrero se volvió a disfrazar en la guardería. Si os contaba aquí que el disfraz del año pasado era de abeja, este año el elegido fue de chinita.
Fuimos a comprar el disfraz los tres juntos y tras mucho mirar, remirar y volver a mirar nos decidimos por ese. Tengo una niña exquisita en cuanto a gustos se refiere y nos costó encontrar uno que a ella también le gustara.

Este año la pequeña hizo su primer dibujo más elaborado para el "día de los padres". Era una tarjeta con un dibujo coloreado por ella, dentro había una poesía para papá y también traía una foto de ella ¡Tendríais que haber visto la cara de ilusión que se le puso al papi!
En mayo llegó mi turno. Estaba deseando que llegase el "día de la madre" para ver que sorpresa me daba Judith, seguro que iba a encantarme...y no me equivocaba. Me hizo un planta y una cartera pintada por ella. Si su papi estuvo orgulloso y presumió de niña artista yo no fui para menos. A todo el que me conocía le enseñaba lo que Judith me regaló, llegué a ser una madre muy pesada en esos días.


El resto del curso nos fue bien a las dos. Yo iba siguiendo mis clases y ese año había mejorado bastante, logré que en el último cuatrimestre no me quedase ninguna asignatura, y Judith iba genial en la guardería. El tema del pañal lo tenía casi controlado. Pero en Junio llegó la hora de graduarse...mi pequeña iba a pasar de la guardería al colegio, no podía creérmelo...¿Ya habían pasado casi dos años desde su primer día de guarde? La graduación se celebró en el patio de la guardería, con todos los padres y demás familiares que habíamos ido para ver a los niños. Montaron un escenario y conforme iban llamando a los pequeños éstos subían con su birrete y la cinta, y recogían el diploma. Judith odia ser el centro de atención delante de muchas personas, es una niña muy extrovertida pero a la vez muy vergonzosa. En todo el rato que ella estuvo en el escenario no se apartó las manos de la cara, y cuando bajó de allí y nos vio a nosotros...se le abrió el cielo. Vino corriendo y se nos subió en brazos, tenía mucha vergüenza.  Tras eso hicieron una pequeña fiesta, pero nos fuimos rápido ya que la peque no quería quedarse, aún le duraba el mal rato de antes.

Ese verano disfrutamos muchísimo de playa, piscina, parque, salidas con su "más mejor amigo" Leo, con sus primos, montó en una barca por primera vez...Intentamos disfrutar del verano todo lo que podíamos. Había que aprovechar que estábamos de vacaciones, bueno, las dos, mi novio tenía que trabajar pero cada minuto libre lo aprovechaba con nosotras. Ya llegó agosto y con él la feria y su cumpleaños. Judith se vistió de flamenca y este año si disfrutó de la feria realmente: se montó en muchos cacharros, todas las noches me preguntaba que cuando íbamos a volver a ir a la feria, cada vez que oscurecía quería que nos vistiéramos y fuéramos...le daba igual todo lo demás.

En un suspiro Judith estaba a pocos días de cumplir 3 años.
3 años de ese día que cambió mi vida para siempre, como nunca me hubiera imaginado. 

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