domingo, 10 de noviembre de 2013

Por fin le vimos la cara.

Llegó la hora de ver la carita de Judith. Ya estaba de 26 semanas, estaba a punto de acabar el segundo trimestre del embarazo y se me había pasado volando. El curso estaba acabando, era Mayo y me encontraba en plenos exámenes finales de 2º de Bachillerato. Al mes siguiente tenía selectividad, pero si os soy sincera mi cabeza no pensaba en eso mucho. Ahora sólo tenía ganas de ver a mi hija y saber que estaba tan sana como la última vez.

18 de Mayo de 2010, ahí estábamos en la sala de espera de la clínica mi novio, mi madre y yo. Por fin puedo pasar y me tumbo en la camilla. Empieza a hablar el doctor conmigo, era genial. Apaga las luces y empezó la ecografía. Primero fue una eco normal, viéndole todos los órganos, el flujo sanguíneo, sus medidas y peso... Después vino lo bueno. Le dio a un botón y ahí estaba Judith. Era alucinante lo bien que se la veía. Vimos como se chupaba el dedo, bostezaba, me metía el puño en la boca, le pudimos contar hasta los dedos de la mano...
¡Bendita tecnología! Nos confirmó que era una niña, ya no había dudas.
Salimos de la clínica súper contentos, con un DVD de la ecografía 4D, y un informe con su estado de salud y muchísimas fotos de ella. Aún pesaba menos de un kilo, que pequeña era... Le enseñamos el video y las fotos a todo el mundo, ya presumíamos de hija y aún ni había nacido jajaja

Tras la ecografía mi novio dijo que teníamos que hablar. Se había enterado que lo iban a despedir del trabajo, no cobraba mucho, pero esa lo único que teníamos... ¿Qué íbamos a hacer? No quería pedirle todo a nuestros padres. El pobre estaba destrozado.
Mi barriga no paraba de crecer junto a Judith y necesitábamos comprarle muchas cosas.




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